Oh, "gin" cuánto buenos ratos me has dado:Primero conocí al "bote-gín" y luego más tarde con el "gin-toníc". El botellín es atemporal no tiene fecha de caducidad, porque cuando seamos viejos e hipertensos podemos tomar "bote-gín" 0'o, mientras podemos amenizar sobremesas con un magnífico digestivo el "gin-toníc", cual proceso de maduración u/o envejecimiento en la mejor barrica de roble, se pasa de cerveza y tinto a Bacardi cola en cualquier tasca sucia al increíble precio de 250 pesetas, luego el whisky de marcas varias (Vat 69, "jantin loch", White label, Willian Lawson, 'Juanito el caminante'...), luego el Bourbon, otra vez whisky, pero solo, y cuando la responsabilidad nos llega nos entregamos a la ginebra con tónica. Beatificación de San "Gin" ya!!!! Hay que elevarlo a los altares.
Tras un fin de semana con más compromisos sociales y laborales que Bisbal en verano he llegado a la conclusión que los gustos varían, y con creces, según la edad, lo que no cambia son nuestras irremediables ganas de... (llenar lo que falta con lo que queráis).
Un abrazo, atlétic@s!!!
Y no te olvides del Gin Dinamita: http://www.youtube.com/watch?v=i4s7qsMjKOM
ResponderEliminarSOY SUSO, PERO EL BLOG ESTÁ SIMPÁTICO Y NO ME DEJA ESCRIBIR CON MI CUENTA, ASÍ QUE LO HAGO DE MODO "ANÓNIMO":
ResponderEliminarDe chaval había algo que no fallaba, si encontrabas escenas de perros de caza, perdices o patos en la etiqueta de whisky, casi siempre era whisky muy malo. También recuerdo una ginebra que te hacía entrar en trance gastrointestinal, la "Palins" que tenía un precio bastante más atractivo que su sabor: ¡¡¡400 pesetas!!! Se podía usar como desinfectante para heridas, para limpiar la grasa de la campana extractora de una churrería e incluso como desatascador de tuberías. También había un whisky, (clásico de cesta de navidad) que con Coca-Cola, que mata todo los sabores menos este, podía ser hasta bebible a partir de la tercera o cuarta copa, que no es otro que el "White horse". La botella en su etiqueta tenía un caballito blanco que le daba un toque de distinción a tan horrible bebida. No quiero pasar por alto al "Vat 69", whisky aceptable si tenemos en cuenta su precio. En cuanto a los sitios donde encontrar las bebidas alcohólicas más malas de la Historia se lleva la palma "Alcampo", posiblemente el lugar más chano donde comprar, uno o dos grados de chano por encima que "el Continente" Macarena. Alcampo en materia de ropa, en aquella época, sólo se podía comparar las tiendas de ropa de barrio que empezaba a montar un tal "Rubio" y que ahora, en la actualidad tiene un imperio textil que sólo el gallego de Zara supera (exagerando un poco). ¿Y qué decir del Ron Continente? ¡¡¡Brutal!!! Era lo más parecido a "Cristasol" que podía encontrar en el estante de "bebidas" de Continente. Recuerdo un concierto de "Siniestro Total" en la EXPO 92 en la que me paseé por momentos con el miembro al aire, lo cual dejaba entre ver a todos los asistentes que estaba algo ebrio y perjudicado por las altas temperaturas. Sólo os diré que conocí a una gente de "Los Rosales" (por lo visto un pueblo de la provincia de Sevilla) y que paraban de decirnos: "Killo, vení a la discoteca 'Glamú', Los Rosales. Que no os va a faltar de ná. Que queréis beber: bebida toa la que queráis, que queréis otras cosas, pues volcamos lo que haga falta". Yo ante tal muestra de amistad sincera sólo puede irme con una de la niñas (desconozco totalmente cómo era, pero era una niña, ojo) que venían de ese pueblo, del que hasta esa noche desconocía su existencia, pero del cuál di fe que había miembros del sexo femenino y muchos desfasaos... Ah, y una discoteca que se llamaba "Glamú". Del concierto sólo recuerdo que era de Siniestro Total, y del que, por cierto, me enteré a los años que hubo lanzamiento de objetos entre el público y los músicos.
Las cosas que pasan cuando uno se pasa con bebidas de dudosa reputación, destilación, etiquetado y embasado.