lunes, 29 de agosto de 2011

El peso

No nos engañemos. Nosotros (y nosotras) no quedamos desde hace años todas la semanas para jugar al baloncesto. Quedamos para después tomar cervezas y un buen racionceo. El cambio de cancha de este año es sólo un espejismo, una cortina de humo. Todos sabemos que la nueva ubicación de la pista de San Luis está rodeada de bares, restaurantes, salas de fiestas, salas de alterne, after hours, y hasta "desavíos" y puestos de chucherías.

Quien más quien menos, este verano se ha sentado muchas veces delante de un buen plato rebosante de grasas y diversos productos ricos en calorías y colesterol: bistecs, lechones, animalitos del mar con bigotes y caparazón, cervezas de distinta graduación, caldos con denominación de origen (o sin ella), gin tonics y otras bebidas espirituosas, todos con ánimo de subir una tensión que este verano ha estado por los suelos.

Y también hemos pasado muchas horas al volante, o en la parte de atrás de un autobús, o en andenes y aeropuertos. Horas sentados, viendo pasar paisajes calmados a la espera de llegar a algún lugar de reposo, donde de hacer el 4 pinchado pasábamos a hacer el 1(o el 0, o el -1...) sobre una cómoda hamaca.

Y ahora, el 7 de Septiembre, regresa la temporada. Sudores, carreras, toses, codazos que dejan sin respiración, lesiones... ¿Estaremos a la altura de las circunstancias?