El tiempo de la castaña

Lo del martes pasado no tuvo ni pies ni cabeza. Dos equipos enfrentados a ver quién lo hacía peor, con la diferencia de que unos la enchufaban y otros no.

La cosa se inició con un planteamiento similar al de anteriores encuentros. Por un lado, el equipo "rápido":

- Pico
- Rafa Durá
- Juan
- Rafa "Pipi"
- Juan Carlos "Er Notario"
- Luis
- Pedro "Kojac"

por otro, el equipo "pesado":

- Israel
- Cristodulu
- Chico
- Ramón
- Emilio
- Mario "er de Huelva"

La idea era que los Rápidos cogerían todos los rebotes y lanzarían el contrataque. Pero se encontraron con que ni los Pesados fallaban ni tampoco veían una bola que callese de su propio aro. A eso se le sumó la presencia de Emilio en la zona, que, todo hay que decirlo, empezó apuntando maneras para MVP, metiéndolas todas desde media distancia y haciéndose el amo y señor de los aros. Pero claro, en cuanto que se cansa, empieza a repartir castañas (por cierto, estamos en la época) y el partido se fue plagando de disputas, broncas, juego tosco y entreverado. Luego dice Emilio que no se cambia, que él no se cansa, que él no puede parar, que no se qué... En fin, de nuevo, premio "Te la tiene que envainá".

A mitad del partido, ya con todos reventados y con una diferencia de 15 canastas para los Pesados, la cosa se tranquilizó. Los Rápidos remontaban poco a poco, pero apenas bajaban de las 10 canastas de diferencia. Pero claro, con Luis tirándose triples imposibles a diestro y siniestro, y Juan fallando canastas debajo de aro (erró una entrada a canasta, más solo que Marco el día de la Madre, y le costó hacer 10 flexiones delante de su propio banquillo), no había manera. Destacar la actuación de Juan Carlos "Notario", batallador durante todo el encuentro. Y con ese tanteo aproximado (para cuando un marcador electrónico en esta cancha, joder), terminó el partido. Y terminó con polémica, pues fue cuando se comprobó que Emilio, para los Pesados, contaba las canastas como puntos, es decir, de dos en dos, y Juan, para los Rápidos, lo hacía de uno en uno. En definitiva, partido para impugnar en los despachos, o mira, mejor para olvidar.

El tercer tiempo, como siempre, fue lo mejor. Con la pequeña salvedad de que nadie avisó a Rafa "Pipi" de que nos íbamos al Malaje-de-enfrente-de-Hytasa, y se tiró 45 minutos esperando sólo en el Malaje-de-la-esquina. Eso sí, mientras, se debatió de economía (Juan Carlos nos dio toda una lección de cómo lso bancos son unos hijosdeputa), fútbol (los jugadores extranjeros van a pagar a hacienda como los demás), y de otros menesteres varios. Para culminar la noche, apareció en el bar Mafran, "el hombre de la mano rota en el pecho" o "nuestro hombre en Algeciras", insigne jugador de otros años, con el que pudimos recordar viejos tiempos.

La foto refleja la actuación de todos los jugadores: borrosa